La gestión de una empresa va mucho más allá de conseguir clientes, realizar un trabajo o servicio y cobrar por él. Es necesario tener en cuenta una serie de factores, llevar a cabo una buena contabilidad, contar con un buen equipo humano y, entre muchas más cosas, generar un flujo de caja adecuado para cada negocio.
En Finergia somos especialistas en gestión financiera, ofreciendo a nuestros clientes un Director Financiero que os ayude y guíe en el proceso de poder mantener un buen ritmo y un correcto funcionamiento. Porque cada negocio es único y cuenta con unas necesidades específicas y, por ello, ponemos a vuestra disposición los mejores expertos en la materia que os faciliten el camino hacia la tranquilidad, el buen hacer y el éxito empresarial.
¿Qué es un flujo de caja?
Un flujo de caja, también llamado como flujo de efectivo, cash Flow o flujo de liquidez, es un informe financiero en el que se recogen los ingresos y egresos de dinero en efectivo que ha percibido una empresa durante un periodo de tiempo en concreto. Es decir, el dinero en efectivo que ha entrado o salido de caja durante el plazo de tiempo que hemos prefijado para realizar el informe.
De este modo se puede conocer con exactitud la liquidez con la que cuenta un negocio y si es solvente, o no.
Como entrada de ingresos en efectivo se entiende el cobro de facturas, el rendimiento de posibles inversiones… mientras que los egresos de efectivo son los pagos de facturas, el pago de impuestos, de préstamos…
¿Para qué sirve el flujo de caja?
Para poder analizar financieramente una empresa, es necesario que se lleven a cabo correctamente los informes precisos que determinen el estado financiero real de cada empresa. Los principales son el estado de resultados, el balance general y, por supuesto, el cash Flow.
Con una buena elaboración del flujo de casa podemos saber con exactitud:
- Cuánto se puede comprar en productos o mercaderías necesarias para poder realizar la actividad laboral
- Si es necesario llevar a cabo un control de gastos más exhaustivo o, incluso, reducirlos.
- Conocer el estado de las cuentas y saber si se pueden llevar a cabo pagos o compras al contado o, por el contrario, es necesario recurrir a cualquier tipo de financiación externa.
- Evaluar la capacidad de inversión
¿Cómo se elabora un flujo de caja?
Para poder realizar un flujo de caja real y adaptado a nuestro propio negocio, es necesario llevar a cabo la contabilidad de éste. Como hemos dicho, en él se deben incluir los ingresos y egresos de efectivo que ha tenido nuestra empresa durante el periodo de tiempo que queremos analizar y, así, conseguiremos saber cuál es el estado real y actualizado de nuestro negocio.
Los intervalos de tiempo en los que se suele realizar el flujo de caja varían en función de las necesidades cada empresa, pudiendo ir de mes en mes, cada 3 meses, 6, 9 o 12.
Para iniciar su elaboración hay que tener en cuenta, primero, los ingresos. Ya que si no hay ingresos, sin lugar a dudas no se pueden llevar a cabo los desembolsos. Por tanto, hay que empezar por tener en cuenta el efectivo del que se dispone en ese momento, agregarle los ingresos percibidos y restarle los egresos que se hayan llevado a cabo.
Conclusión
La contabilidad de una empresa es una parte imprescindible para poder desarrollar la actividad laboral de esta, mantenerse en el buen camino y conseguir establecerse, asentarse, crecer y aumentar los beneficios. Por ello, se debe llevar a cabo con conocimiento, estrategia y detenimiento, y la ayuda de expertos en la materia garantiza que todo el proceso se desarrolle adecuadamente.
Así que ¡no lo dudes más y llámanos! Desde Finergia trabajaremos, codo con codo contigo, para que tu empresa mantenga el ritmo que tus esfuerzos se merecen y llevar un buen control del flujo de caja utilizando nuestra herramienta financiera.