El mercado pasa por diferentes etapas que pueden afectar, y lo hacen, a las empresas. Independientemente de su sector.
En algunos momentos pueden ser favorables y fomentar el crecimiento y los beneficios del negocio pero, en otros, pueden crear situaciones realmente complicadas, llegando incluso a ocasionar el cierre definitivo.
Por ello, es imprescindible que cualquier empresa esté bien preparada para prever, poder mantenerse y recobrarse, tras la llegada de una crisis. Y, para conseguirlo, la creación de un plan de contingencia es fundamental.
Desde Finergia queremos ayudarte a consolidar tu proyecto y hacerlo más fuerte, sólido y duradero. Así que, a continuación, te explicamos cómo hacer tu propio plan de contingencia para que puedas resistir a los momentos más difíciles.
¡Sigue leyendo y prepárate para el futuro!
¿Qué es un plan de contingencia empresarial?
Un plan de contingencia es la creación, a partir de un análisis en la gestión de riesgos, en la que se establezcan diferentes acciones, procesos y procedimientos que permitan a la empresa estar preparada ante cualquier circunstancia negativa que pueda afectar a su desarrollo normal.
Con su elaboración se consigue, en caso de ser necesario, que se pongan en marcha las herramientas previstas para afrontar las crisis, pudiendo así mantener la actividad laboral a pesar de las circunstancias sociales que se estén viviendo.
Aunque es improbable poder prever todas las circunstancias que puedan ocasionarse a nivel mundial y que afecten al desarrollo de la actividad laboral, si se pueden focalizar todos los esfuerzos en aquellas situaciones que sean más probables y crear medidas para afrontarlas. Llegado el caso, solo será necesario extrapolarlas a las circunstancias que se vayan presentando.
Cada empresa necesita su propio plan de contingencia, ya que las necesidades, actividades y gestión de ellas es diferente.
Un claro ejemplo es la situación actual con la COVID-19, en la que muchas empresas que no estaban preparadas para hacer frente a las repercusiones que ha causado, han tenido que cerrar sus puertas o recurrir a los fondos económicos para poder mantenerse a flote.
¿Cómo crear un buen plan de contingencia?
Para que éste sea efectivo, es imprescindible llevar a cabo una investigación de los posibles sucesos que puedan suceder en nuestra zona de acción, ya sean terremotos, huracanes, inundaciones, pandemias… Una vez hecho, se deben evaluar todos los riesgos que puedan afectar a la empresa y, entonces, llevar a cabo una buena planificación para crear las acciones precisas si fueran necesarias.
Para crear un plan de contingencia adecuadamente, seguir los siguientes pasos es fundamental:
1- Priorizar los recursos imprescindibles
El primer punto es llevar a cabo un análisis exhaustivo de la propia empresa en general y en profundidad. Detectar cuáles son los recursos imprescindibles que hay en ella y darles prioridad. Éstos serían, por ejemplo, los empleados, los activos físicos, los sistemas de TI…
De este modo, también podremos identificar aquellos que sí son prescindibles y que, por lo tanto, podemos obviarlos o prescindir de ellos. Consiguiendo, así, reducir gastos y ampliar nuestro margen de beneficios.
2- Detectar los riesgos y definir las posibles soluciones
Detectar cuáles son los posibles riesgos a los que se puede enfrentar nuestra empresa es, como hemos dicho, prioritario para elaborar nuestro plan de contingencia.
Hay que tener en cuenta los impactos económicos, técnicos, legales… y elaborar posibles soluciones para reducir el impacto negativo que puedan ocasionar.
3- Establecer pautas
El plan de contingencia debe englobar las soluciones para afrontar cada momento de la crisis. Desde que se inicia, para reducir el impacto, mientras se desarrolla, para poder hacer frente a los inconvenientes y cuando esté llegando a su fin. Para poder recuperarse debidamente y continuar, así con el ejercicio de las tareas.
4- Flexibilidad
Por último, es importante aprender de los errores. Ya que éstos nos muestran qué es lo que no hemos hecho del todo bien y podemos mejorar.
Por tanto, llevar a cabo ‘simulacros’ nos permitirá detectar los puntos de mejora. Y modificar nuestro plan de contingencia para que, cuando sea preciso ponerlo en práctica, sea mucho más efectivo.
Así que, ¡ya lo sabes! Crea tu propio plan de contingencia y prepárate para el futuro. En Finergia te ayudaremos en todo cuanto necesites. ¡Llámanos y te informaremos! Juntos conseguiremos que tu empresa siga adelante a pesar de las circunstancias.