Antes de la pandemia, no muchos trabajadores desarrollaban su vida profesional en casa. En la mayoría de los casos, eran profesionales independientes que en lugar de contar con un local establecían su oficina en su propio hogar. Sin embargo, la llegada del coronavirus hizo que esta práctica se hiciera habitual y que muchas personas pudieran continuar su labor sin exponerse al virus. En la actualidad, las cosas han cambiado y asistimos a la estabilización del teletrabajo.
¿Por qué se está hablando de la estabilización del teletrabajo?
Hablamos de la estabilización del teletrabajo porque estamos en un momento en el que las personas que realizan su labor profesional en su hogar parece que lo seguirán haciendo.
Hay que reconocer que no es una práctica que haya calado tan fuerte como se esperaba. Muchos estaban convencidos de que la pandemia traería cambios permanentes a la vida de todos y aunque ha sido así en parte, lo cierto es que poco a poco se está volviendo a la vida de antes.
En otros países, el teletrabajo era una herramienta que permitía conciliar mejor la vida personal y laboral y que estaba ampliamente asentada. De hecho, muchas personas trabajaban siempre en casa y otras lo hacían al menos un día a la semana. Sin embargo, en España no ha tenido el éxito que se esperaba, ya que aquí se sigue apostando por el presencialismo más allá de la conciliación o de buscar un mejor ambiente laboral.
Los datos dicen que, en 2019, un 8,3 % de los trabajadores desarrollaban su trabajo en casa y en la actualidad esta cifra ha ascendido hasta el 13,6 %, son datos de 2021. Es cierto que es más de un millón de trabajadores los que se han incorporado a esta nueva modalidad, pero están lejos de todos los que lo hicieron a lo largo del confinamiento en 2020.
Aunque se han mantenido algunos trabajadores en casa, las cifras de nuestro país son muy distintas a las de otros. Antes del coronavirus, España ocupaba el puesto 21 en la práctica del teletrabajo. En 2021, solo se ha llegado al puesto 18, lo que muestra que otras naciones han apostado más por el teletrabajo que nuestro país.
¿Por qué no ha calado el teletrabajo en España como en otros países?
Aunque las cifras son algo mejores que antes de la pandemia, es innegable que el teletrabajo no ha subido tanto en España como se esperaba. ¿Por qué no lo ha hecho? Sobre todo, porque las empresas prefieren tener a los empleados en sus instalaciones.
Es cierto que algunos trabajadores piensan que tiene algunos inconvenientes, por ejemplo, el aislamiento social o los problemas para separar la vida personal de la laboral, pero el teletrabajo es muy valorado por los empleados. Según el Instituto Nacional de Estadística, INE, puntúan en un 8 sobre 10 esta figura.
Hemos mencionado las desventajas que se le ve a esta práctica, pero también son muchas las ventajas que perciben los trabajadores: evitar desplazamientos, gestionar por uno mismo el tiempo que se dedica al trabajo o favorecer la conciliación familiar, entre otras.
Algunos consideran que es difícil que el teletrabajo triunfe en España porque muchos de los empleos vienen del sector servicios, donde es imprescindible acudir de forma presencial. No obstante, aunque es incuestionable este hecho, no lo es menos que el INE cree que en España un 35 % de los trabajadores podrían desarrollar su empleo en casa. Estas cifras se pueden traducir en que sería posible que 4 millones de personas más pudieran teletrabajar en España sin problemas.
Aunque estamos viviendo la estabilización del teletrabajo, está claro que las cifras de esta modalidad podrían ser mejores. Habrá que estar atentos a la evolución que tenga en los próximos meses.