¿Qué es el valor residual?

La buena gestión de una empresa requiere tener en cuenta muchos aspectos que hagan que ésta pueda crecer y desarrollarse adecuadamente, conforme a los objetivos y beneficios que se esperan cumplir y obtener.

Y, aunque como propietario o gerente, quieras hacerlo debidamente y tenerlo todo en mente, a veces es necesario delegar y centrarse en lo que realmente sabemos hacer y lo hacemos a la perfección.

Por ello, en Finergia nos ponemos a tu disposición para ayudarte a solventar la Gestión Financiera de tu empresa. Y, así, juntos y en colaboración, poder llevar a cabo todos los aspectos para que tu empresa sea tal cual la quieres.

Uno de los aspectos muy importantes es, por ejemplo, el valor residual de tus activos. Y saber cómo gestionarlos resulta útil y ventajoso para tus finanzas.

¿Sabes qué son? ¿Cómo deben calcularse? 

Pues ¡adelante! A continuación te explicamos todo cuanto necesitas saber.

¿Qué es?

El valor residual, contablemente, es el valor final que tiene un activo cuando llega al final de su utilidad para cubrir nuestras necesidades, teniendo en cuenta, por supuesto, que durante todo ese tiempo hemos estado haciendo uso de él.

Por ejemplo, podríamos hablar de una maquinaria que utilizamos en el día a día de nuestra actividad laboral. Cuando la adquirimos su valor es uno pero, con el paso del tiempo y el uso que le hemos estado dando, en el momento que queramos contabilizar su valor, éste será otro.

El valor residual también es denominado como valor recuperable o valor de salvamento, siendo finalmente exactamente lo mismo.

¿Cómo se contabiliza?

La mayoría de los activos que vamos obteniendo a los largo de la vida, tienen un valor determinado cuando los adquirimos pero, con el paso del tiempo, que puedan quedar obsoletos y el uso que le hemos estado dando, suelen perder valor. Pero, aunque suela ser así, no todos los activos tienen la misma vida útil y, por su puesto, su naturaleza dependerá del tipo que sean. No es lo mismo, por tanto, el valor residual de un coche o un ordenador, que el de un edificio, puesto que el de este último será mucho más elevado. 

Por tanto, para calcular cuál es el valor residual de ellos, debemos hacer un cálculo estimado teniendo en cuenta los gastos derivados de la amortización y la depreciación.  

Hay que tener en cuenta que este cálculo solo puede realizarse sobre inmovilizados, es decir, edificios, máquinas, transportes… y no sobre elementos patrimoniales

El primer paso para calcular el valor residual es tener en cuenta el valor inicial en el momento de la adquisición o del coste de fabricación. De esta cantidad hay de deducir los gastos derivados de la amortización, que se calcula en base a los años de uso que hemos estado dándole. Porque, una vez llega el final de la vida útil, no se le pueden imputar ni gastos de amortización ni de depreciación. Solo se puede calcular el valor residual de un inmovilizado si, al querer desprendernos de él, todavía es viable para desarrollar su función. 

Por tanto, la fórmula para poder determinar el valor residual es la siguiente:

Valor residual = valor del inmovilizado – gastos de amortización y depreciación.

¿Por qué es importante conocer el valor residual de nuestros activos?

Conocer con exactitud el valor residual de nuestros activos nos permite saber cuál será su valor de mercado en el momento que decidamos vender. Por tanto, podremos conocer más en profundidad los activos contables de los que disponemos.

Recuerda que, contra más larga sea la vida útil de nuestros inmovilizados, mayor será su valor residual.

Así que ¡ya lo sabes! Mantén una correcta organización contable de tu empresa conociendo el valor de cada uno de tus activos. ¡No dudes en llamarnos y estaremos encantados de ayudarte, asesorarte y acompañarte en todo el proceso!